La
selección argentina quedó eliminada en primera ronda del Mundial Sub-20
disputado en Nueva Zelanda.
Por Sebastián Gómez
No puedo negar el gran
amor que siento hacia esta selección. Lo que me hizo vivir el año pasado, con
la selección de mayores, es algo inigualable e indescriptible. Verlos en una
final de un Mundial, cosa que en mis 20 años nunca había vivido ni presenciado
y que cualquier persona se moriría por ver a su selección en esas instancias,
se convirtió en uno de los mejores momentos de mi vida.
Sin embargo, con
esta selección he vivido, soy consciente de esto, más tristezas y momentos
amargos que felices. Basta con recordar tres situaciones que realmente nunca
olvidaré por muchas razones, pero principalmente porque Argentina llegaba como
favorita y eso hacía que mi ilusión aumentara exponencialmente.
El primero de
ellos fue en el Mundial de Corea y Japón 2002, donde llegaban a territorio
asiático como una de las selecciones candidatas a quedar campeonas de esta copa,
esto debido a que contaban con una nómina de ensueño y a que en las
eliminatorias sudamericanas dieron un paseo al clasificarse como primeros con
43 puntos, sacándole 12 de ventaja a Ecuador, segundo en la tabla. Pero todo
esto no sirvió de nada, ya que no lograron pasar ni siquiera la fase de grupos.
Algo realmente decepcionante.
El segundo fue cuatro
años después en Alemania 2006. La selección argentina se ubicó segunda en las
eliminatorias sudamericanas, detrás del poderoso Brasil, y llegaba como una de
las favoritas debido a su estilo de juego, pero principalmente porque en su
nómina aparecía un tal Lionel Messi.
En fase de grupos
todo transcurrió con normalidad, clasificaron primeros y con goleada incluida
(6-0 sobre Serbia y Montenegro). En octavos se sufrió un poco para superar a
México, pero aún así demostraron su gran calidad de juego y ganaron 2-1 en
tiempo extra. Pero en cuartos se enfrentaron ante un candidato: Alemania.
Aguantaron los 90 minutos, crearon opciones de gol, concretaron una y llegaron
a tiempo extra, pero en penales todo se derrumbó y hasta ahí llegó el sueño
mundialista.
Y por último, el
tercero fue en la Copa América del 2011, donde Argentina era local y debido a
su nómina y jerarquía tenía la obligación de salir campeona. Además porque no
consiguen un título desde hace poco más de 20 años, 22 para ser exactos.
En mi concepto este
fue el mayor fracaso y fiasco que he presenciado de parte de la selección. No
jugaron bien, clasificaron segundos en su grupo, el cual lo componía Bolivia,
Colombia y Costa Rica, selecciones en su momento bastante inferiores si las
comparamos con el presente que viven estas
dos últimas, y para completar este desastre, Argentina fue eliminada en cuartos
de final en manos de Uruguay, selección que sería la campeona del torneo
demostrando un gran juego y con un Luis Suárez imparable y quien fuera escogido
como el mejor jugador del torneo.
Después de esto
creí que no habría absolutamente nada peor, pero me equivoqué. Hace unos
cuantos días comenzó la Copa Mundial de Fútbol Sub-20, donde Argentina llegaba
como campeona del Sudamericano de Fútbol disputado en territorio uruguayo.
Pero esta ilusión
se esfumó rápidamente. Después de haberse completado los tres partidos de fase
de grupos, los dirigidos por Humberto Grondona quedaron eliminados tras empatar
el primer partido 2-2 frente a Panamá, perder el segundo 3-2 ante Senegal e igualar 0-0 contra Austria,
consiguiendo tan solo dos puntos y ubicándose en el puesto 20 de la tabla
general del Mundial disputado en Nueva Zelanda.
Nombres como
Batalla, Mammana, Simeone, Correa, entre otros, hacían suponer una mejor
actuación, llegando por lo menos a segunda ronda, pero no fue así. Su mal juego
colectivo, la falta de individualidades en momentos decisivos y en algunos
casos la mala definición, hicieron inminente la eliminación temprana del
torneo.
Afortunadamente, en
pocos días comienza la Copa América y se puede pasar la página. Una nueva
ilusión inicia, pero esta vez con la selección de mayores, con Messi y
compañía, con el subcampeón del mundo, con los que hace un año me dieron la
mayor alegría del ‘mundo’. Esperando, lógicamente, que el 4 de julio pueda ver
por primera vez en mi vida campeona a la selección y así poder gritar
¡CAMPEONES!
Sebastián C. Gómez A.
Estudiante Periodismo – Universidad Externado
de Colombia
Twitter: @sebasgomez05
Twitter: @sebasgomez05
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